martes, 5 de abril de 2011

TREINTA JOVENES CONGOLENOS COMIENZAN NUEVA VIDA EN BOSCOLAC


Janvier tiene 16 años y es de Masisi, a los siete perdió a sus padres a causa de la guerra, vive desplazado en una caseta de madera y es del Barca. El pasado 4 de abril el y otros 29 muchachos con historias similares entraron a vivir en Boscolac, un centro de ayuda humanitaria construido en Goma (R D Congo) por Red Deporte en colaboración con los Salesianos.

Los días anteriores se hicieron preparativos a contra-reloj para que todo estuviera listo. El hermano Honorato Alonso se ocupo de que todos los suministros estuvieran a punto: sabanas, colchones, material de limpieza, platos, tazas, cubertería… Los cooperantes de Red Deporte compraron las primeras provisiones de alimentos. Durante estos días hay trabajos de reparación de la carretera que atraviesa la ciudad de Goma hacia el Oeste y que parecen no terminar nunca. Los caóticos atascos que se forman en las tortuosas y estrechas calles laterales hacen que, a menudo, recorrer los 17 kilómetros que separan nuestro lugar de residencia con los Salesianos hasta Boscolac se convierta en una tarea ardua en la que no raramente haya que emplear hasta hora y media.

Encontrar los artículos necesarios en las tiendas de mercados instalados en mitad de barrizales y, sobre todo, conseguir facturas adecuadas para justificar los gastos puede convertirse en una tarea que pone a prueba la paciencia de la persona más tranquila. A pesar de todo, finalmente cuando llegó la tarde del día 4 allí estaban los 30 chicos recién llegados, con sus bolsas de plástico. Todos ellos proceden de familias desplazadas que viven en Mugunga, una barriada a las afueras de Goma donde se ha construido Boscolac. Lo primero que hicieron, nada más dejar sus pertenencias, fue correr a las pistas deportivas y estrenarlas: unos organizaron un partido de baloncesto, y el resto se animó a darle al balón en la pista de futbol 7.

Janvier dice que le gustaría ser cura, para ayudar a los demás. Estudia primero de educación secundaria y sus recuerdos de infancia son poco agradables. Llego con su abuela y sus hermanos a Goma en 2001 después de que una de las milicias destruyera su casa. Al año siguiente la erupción del volcán Nyaragongo que arrasó la ciudad les dejó sin hogar y poco después se instalaron en una caseta sin luz ni agua. Su compañero David estudia tercero de secundaria y tiene una historia similar. Esta contento de poder vivir en un centro amplio con luz, salas de estudio con biblioteca y pistas de deporte. « Aquí espero poder estudiar en paz, porque en mi casa no podía », afirma convencido. Janvier apunta aun más alto : « Aquí voy a encontrar mucha inteligencia ».

El padre Faustin, director local del proyecto, llama a todos para darles la bienvenida: « En este centro tenéis que convertiros en buenas personas y ciudadanos honrados », les exhorta a seguir. Todos escuchan atentos sentados en la sala de estudio mientras se hacen las presentaciones: Willliam y Nestor, los dos animadores que vivirán con los chicos, Deogratias, el enfermero, Jean Paul y Papa Kabumba, los dos guardianes. Al final, se reparten bebidas para dar la bienvenida a la africana, y Oscar Nkot, el cooperante de Red Deporte que ha dirigido el proyecto desde el año pasado pronuncia unas palabras para agradecer a todos su colaboración y decir adiós, puesto que se marcha al día siguiente. Como gesto de acogida, Oscar entrega a cada uno de los recién llegados una bolsa con una manta y un juego de sabanas. A continuación vamos todos al dormitorio para que cada chico se haga su cama. Basta observar medio minuto para darse cuenta de que para la mayoría de ellos es la primera vez que van a dormir en un colchón con sabanas y manta.

Durante los próximos meses, el Centro Boscolac acogerá también varios talleres sobre temas como: resolución de conflictos, derechos humanos, salud primaria, nutrición, etc., en los que participarán líderes comunitarios de los barrios colindantes, habitados sobre todo por personas desplazadas por el conflicto. Durante los pasados días 2 y 3 de abril ya se celebro el primero de ellos, sobre construcción de la paz. Los padres de algunos de los nuevos residentes en Boscolac participaron en él. También se pondrá en marcha un programa de trabajo por dinero y se espera que la enfermería del centro (en la que habrá también a tiempo parcial una psicóloga) ayude a la comunidad a tener acceso a mejores servicios médicos.

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