Mi trabajo como voluntario en City of Hope se
centró fundamentalmente en el centro denominado Auxilium Training Center
alojado dentro del propio recinto. Se trata de una escuela donde se prepara a
jóvenes de la zona en tareas que pueden servirles para la obtención de un
futuro empleo. En el curso en el que yo participé se impartieron asignaturas
como Communication Skills, Catering, Tailoring, Information Technology. También
se ofrecieron otras asignaturas complementarias como First Aid y Deportes.
Yo me ocupaba del curso de Information
Technology. Esta asignatura se ofrecía como una enseñanza específica para
los alumnos interesados y como un
complemento de otras enseñanzas como Catering o Tailoring. Los grupos quedaban
configurados de la siguiente manera:
- I.T. Group: un grupo de ocho alumnos (6 chicas y 2 chicos) de edades entre 17 y 20 años. Solamente alguno de ellos había tenido contacto con un ordenador anteriormente y casi todos habían acabado las enseñanzas secundarias (Grade 12).
- Tailoring Group: un grupo de 25 alumnos (24 chicas y 1 chico) cuyas edades eran muy variadas
Impartía las clases en el
laboratorio de informática que contaba diez ordenadores perfectamente operativos. Todos ellos eran fruto de
diversas donaciones así que la primera tarea a realizar fue revisar todos los equipos
que había almacenados. Se seleccionaron los que mejor funcionaban y así se establecimos
el laboratorio. Sin embargo estos
ordenadores no tenían conexión a Internet.
El Tailoring Group es un grupo bastante numeroso
de mujeres fundamentalmente, de edades muy dispares y con un escaso interés por
la informática. Dado que la informática era una asignatura totalmente
complementaria para ellos, no le dedicaban el esfuerzo que merece. En una de
las reuniones mensuales que teníamos los integrantes del Auxilium comenté este
problema, Sister Rycharda, directora del centro, explicó que muchas de las
chicas que asisten a las clases por supuesto nunca han visto un ordenador en su
vida; y que lo consideran una herramienta para hombres lejos de sus posibilidades
laborales. Algún taller con este fin sería de lo más productivo, y el deporte
es una vía inmejorable donde se puede educar en estos valores.
El grupo de informática era un grupo que
específicamente había elegido recibir el curso de informática con lo que su
predisposición era muy favorable a la enseñanza. No obstante quiero remarcar
que si el ambiente de trabajo en la clase era el correcto, no sucedía lo mismo
cuando el lugar de trabajo debía ser su casa. No en muchas ocasiones se les
encargó que realizaran alguna reflexión sobre lo aprendido en su casa y el
resultado no fue el esperado; o simplemente no hubo resultado. Esto puede
deberse a que asocien la labor docente exclusivamente al centro docente, con lo
que reducen el aprendizaje sólo al tiempo de la clase. No hay que obviar que
muchos de los alumnos no disponen apenas de tiempo, ya que su situación
familiar no se lo permite. Por ejemplo una alumna vivía con su padre, hermanos
y tíos; siendo ella la única mujer. Se tenía que ocupar casi exclusivamente de
las tareas domésticas ya que los hombres se quedan al margen de esto
normalmente.
De aquí salto a la otra actividad que
realizaba en el Auxilium que era Educación Física. Una hora a la semana le
dedicábamos y tuvo una buena acogida. Contábamos para ello con las
instalaciones deportivas de COH (pistas de voleibol, de netball, de baloncesto y de fútbol). El plan a
seguir era cada día realizar un deporte distinto para no centrarnos
exclusivamente en el fútbol, que es sin discusión; el deporte preferido. La
clase se estructuraba en dos partes: la primera donde trabajábamos aspectos
técnicos y tácticos del deporte que nos ocupara ese día; y la segunda un
partido donde poder poner en práctica lo aprendido. Algo muy sencillo y
funcional. En voleibol o netball, deportes en los que no tengo experiencia,
alguno de los alumnos se encargaba de preparar algún ejercicio para la primera fase
de la clase, algo que resultó muy satisfactorio ya que fueron especialmente
chicas las que se ofrecieron como voluntarias (no sin vacilar al principio)
para desarrollar.
Continuando con mi experiencia deportiva fuera ya del Auxilium Training Center, todas las semanas teníamos un día de actividades deportivas con las chicas del Gart, además de varias competiciones los fines de semana. Los sábados solían venir unos veinte chicos de la zona, de entre 13 y 20 años a jugar al fútbol o al baloncesto. También se organizó un torneo contra otros equipos de la zona del que salió victorioso City of Hope. La pista de fútbol que sin duda es la que más demanda tiene, no está muy desarrollada. Es de tierra y tiene algunas piedras y, contando con que muchos de los usuarios juegan descalzos puede ser peligroso. Casi todos los días había algún pequeño corte en el pie. Por lo demás el ambiente era genial y acogedor, los chicos pasan allí la tarde del viernes, sábado y domingo relacionándose entre ellos y con las chicas de City of Hope.
Miguel era voluntario de Red Deporte y Cooperación en Zambia, enviado por la Junta de Castilla y León.
¿Cómo ayudar?
Puedes ayudar nuestro proyecto en City of Hope
haciendo un donativo. Con el dinero recaudado Red Deporte podría comprar
equipamiento, ropa deportivo etc. para los niños en Zambia.
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