Los
niños son niños en todas partes del mundo.
A
primera vista, tal vez no siempre dé esa impresión: cuando llegas a Boulembe, comunidad en el Este de Camerún en
la que se encuentra Red Deporte y Cooperación, y ves niñas de 6, 7 u 8
años vendiendo buñuelos o fruta en lugar de ir a la escuela; o cuando te fijas
en su ropa completamente desgastada, o sus zapatos rotos (si tienen). No se
parecen en absoluto a los niños que uno se imagina.
Cerca
de 100 niños están atentos e impacientes por jugar, se quitan las sandalias
rotas, y se ponen a correr detrás del balón descalzos sobre el polvo rojizo.
Las
niñas forman sus equipos. Hoy son 4 equipos de 5, suficientes para hacer un
mini-campeonato de fútbol. No todas entienden las reglas aún – una agarra el
balón con las manos, otra corre en dirección contraria. Pero todas participan,
y todas quieren participar.
Y como
en todos los patios del cole, están los tímidos, los líderes, los graciosos, los
atrevidos, los competitivos o los curiosos.
“Antes
de ir a la escuela, friego los platos, barro la entrada y limpio la casa”, me
cuenta una niña de unos 8 años, con una sonrisa en la cara y el balón en la
mano, lista para jugar.
La
mayoría no lleva zapatos, pero correr no les hace daño. No lloran cuando se
caen, y no se quejan del terreno desnivelado que da una clara ventaja a un
equipo frente al otro.
Pronto
tendrán un verdadero campo de fútbol para jugar, además de una cancha de
voleibol y de netball. Pero hasta entonces, se conforman y disfrutan.
Más
información sobre el proyecto de Red Deporte en Camerún.
Maira Cabrini es
colaboradora de Red Deporte y Cooperación. Actualmente está trabajando en su proyecto de cooperación en Bertoua, Camerún.
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